jueves, 13 de septiembre de 2007

Artículo escrito por Phillip Adams

Phillip Adams

Articulo publicado en “The weekend Australian Magazine”[1] (25-26 de Agosto)

¿Acaso las hormigas creen estar en el centro del universo? ¿Están las abejas convencidas de que el apiario es la apoteosis de la civilización? ¿Están las termitas persuadidas de que fueron creadas a la imagen y semejanza de “Dios”? Si esto es así, estos dignos y trabajadores insectos no son los únicos que tienen una opinión superior de ellos mismos. Los humanos son más arrogantes.
A pesar de las revelaciones de Galileo – que nuestro planeta gira alrededor del sol y no al revés – los seres humanos creen que todo gira a su alrededor. A pesar de la severa lección de Darwin – de que tan solo somos una rama en el árbol de la vida – nos vemos como el pináculo de la creación. De hecho, creemos que somos su propósito. A pesar de las revelaciones de la cosmología, vemos a nuestro planeta como si estuviese en “Broadway”, y nosotros seriamos las estrellas entre las “estrellas” – en sus innumerables billones.
¿Recuerdan el calendario cósmico del astrónomo Carl Sagan? Sagan hizo una interesante analogía del universo traducido en una línea de tiempo de 12 meses. El “Big-Bang” ocurrió el primero de enero. Y aquí estamos nosotros ( nosotros” refiriéndome a todos los soles, planetas y formas de vida) 365 días después, en la víspera de año nuevo, con el reloj repicando, emocionados cantando “Llego la hora de decir adiós, decir adiós…………
¿Y cuando fue que el coro humano llego a la fiesta? Bastante atrasados, llegamos faltando solo un segundo para la medianoche. Si querido lector. Los planetas se formaron en los primeros meses del año épico de Sagan. La vida surgió de un chispazo en las semanas siguientes y los dinosaurios habían aparecido y desaparecido en Noviembre. Nosotros surgimos como un feliz accidente cuando Diciembre desaparecía – y si tomamos en cuenta los precedentes de la evolución, estamos condenados a desaparecer también, en un futuro no muy lejano, si no es por la guerra o nuestra propia pestilencia, entonces será gracias al cambio climático.
Pero parecemos estar convencidos de que todo es para nosotros y por nosotros. Olvídense de las lecciones del ADN – de que solo somos la encarnación de la insaciable energía del código genético. Estamos aquí por que Dios así lo quiso. Somos sus favoritos, podemos haber llegado tarde pero somos los primeros y los más importantes. Cuando el gran director dijo: “Luz, cámara, acción”; nos tenía a nosotros en mente. Las hormigas, abejas, termitas, bacterias, elefantes y peces son solo “extras”. Las flores, los árboles y todo lo demás – escenografía.
Lo mismo se aplica a cualquier “extra-terrestre”. Los trillones de formas de vida que podrían existir en los billones de planetas, son una ocurrencia tardía. Podemos pensar en ellos como una “creación secundaria” – termino el cual era usado para referirse a los mundos aborígenes descubiertos por los exploradores europeos.
Las religiones del mundo – esto quiere decir, “las religiones de este mundo” – impulsan la mayor parte de la vanidad humana. Que Dios ayude a esos desmerecidos planetas en los cuales Cristo no fue crucificado, o, donde Mahoma no tomo el dictado que nos dio el Corán. Si los miembros de otras creencias religiosas terrestres están equivocados (y el Papa Benedicto recientemente nos ha recordado que solo existe una sola Iglesia verdadera) que el cielo ayude a los paganos en el Paraíso.
Las vidas humanas son tan importantes que no terminan con la muerte. Podemos vivir para siempre en el Paraíso, o, sufrir un tormento eterno en el infierno. O podemos ser reciclados en otra forma de vida, a través de la reencarnación Hindú (la cual es mas cercana a la realidad del ADN) Ninguna otra criatura goza de los mismos privilegios, solo nosotros, humanos “extra especiales y “ultimo modelo[2]”. Oh, podemos comer, defecar y fornicar, cual animales sin importancia pero como Shakespeare plagiara de la Biblia – nos recuerda, “igual que un ángel”[3].
Sabemos que somos una forma de vida oportunista, se nos concedió esta posibilidad gracias al asteroide que mato a los habitantes del Edén Jurasico – pero realmente no lo creemos. La ciencia va en contra de nuestro instinto. No solo somos especiales, somos todo. Y estamos enormemente impresionados con nuestros esfuerzos. Con un esfuerzo similar al de las hormigas, gastamos millones de horas humanas empujando rocas de un lado a otro para construir una pirámide – mucho más pequeña que una colina – y lo llamamos “maravilla[4]”. Tomamos una hoja de las termitas y levantamos un montículo, el cual arrogantemente llamamos “rascacielos” – aunque en comparación con el esfuerzo de las termitas es menos impresionante. Copiamos el modelo de la colmena de las abejas, y lo llamamos corporación y le pagamos a la “abeja reina humana” un sueldo ridículamente alto.
Y así suma y sigue: nuestro increíble egoísmo, nuestra extraordinaria vanidad. Hacemos ruidos raros y nos maravillamos con nuestra música. Nos pintamos el rostro y oramos frente a plataformas de madera, hacemos reverencias graciosas y como seres sin importancia golpeamos las palmas de nuestras manos en sonido de aprobación. Rodeamos nuestras colmenas con líneas arbitrarias, las llamamos “naciones” y realizamos guerras brutales en su defensa, las cuales justificamos a través de una enfermedad mental conocida como “patriotismo”.
Todo lo que hacemos nos impresiona enormemente, sin importar cuan excéntrico o descabellado sea. Y el hecho de que a la “ex-sistencia”[5] le iba bastante bien el 99.9% del tiempo sin nosotros, y de que le ira bien en el futuro, aún no empieza a penetrar nuestras pequeñas mentes, las cuales vemos como las mas grandiosas potencias en el universo – con la excepción de Dios, a quien después de todo, nosotros hemos creado.
Las abejas son mejores, ellas saben polinizar y hacer miel.


[1] Traducido por Rodrigo Díaz. El texto original se puede descargar desde: http://www.megaupload.com/es/?d=VT8F2AJB
[2]Nota del Traductor. La palabra original en el artículo es “state-of-the-art”, que literalmente significa: estado del arte. He encontrado que la traducción mas fiel sería “ultimo modelo”, por el tono sarcástico con el cual esta escrito el artículo.
[3] N. del T. El articulo dice: “how like an angel”.
[4] N. del T. “and call it Great” dice el texto original, literalmente diria: “y lo llamamos Grandioso”. Lo he traducido por “maravilla” en alusión a las pirámides de Egipto como una de las “7 Maravillas del mundo”.
[5] N. del T. Originalmente el artículo dice: “existence” , lo he traducido de la manera escrita en clara alusión a como lo escribía Heidegger, y luego, Lacan, al menos en sus traducciones al español.

lunes, 10 de septiembre de 2007

Algo de Eliseo Verón

Aquí dejo los links para descargar una serie de articulos escritos por este autor. Los textos estan en formato PDF, una vez dentro de la pagina del link, introducir el codigo verificador y presionar "download", algunos de los textos son:

Eliseo Veron - Cuerpo y Metacuerpo en Democracia Audiovisual
Eliseo Veron - El analisis del Contrato de Lectura
Eliseo Verón - El cuerpo reencontrado
Eliseo Verón - El living y sus dobles, arquitecturas de la pantalla chica
Eliseo Verón - Espacios publicos en imagenes
Eliseo Verón - Esta ahí lo veo, me habla
Eliseo Verón - Interfaces. Sobre la democracia audiovisual avanzada
Eliseo Verón - La publicidad, Mascaras y Espejos
Eliseo Verón - Prensa escrita y teoria de los discursos sociales, produccion, recepcion, regulación

http://www.megaupload.com/es/?d=24PLSKYY

Los textos son cortos, saludos.

Atte.,

R.D.