La historia, la memoria, el progreso y la modernidad, son conceptos con los cuales nos bombardean a diario para justificar el accionar político- económico en el cual estamos inmersos. Pero ¿qué son la historia, la memoria el progreso y la modernidad?.
Según la tradición judío-cristiana, (en la que estamos inmersos moral, cultural e históricamente como civilización occidental) nos impone una concepción lineal de historia, tautológica y teleológica, con un inicio –prehistoria o génesis- y un fin –la redención y el juicio final- esta historia nos propone una concepción evolutiva y progresista de la sociedad. – la sociedad de hoy, es mejor que la de ayer y la de mañana será mejor que la de hoy día.
Esta historia universal temporalizadora ilustrada y positivista, esta dominada por la racionalización, es la historia de la dominación y la violencia, es la separación del sujeto del objeto, del hombre y la naturaleza donde esta ultima es vista como algo negativo. Esta lectura lineal de la historia, aparece con la lectura moderna y organizada del tiempo y esta lectura es siempre ideológica y nos presenta los hechos históricos como únicos e irrepetibles.
La teoría clásica o tradicional, tiende a construir una noción idílica de la modernidad, asociando de forma indiscriminada a la modernidad y al progreso, siendo que la modernidad no es sinónimo de progreso, por cuanto ambos conceptos no son homologables.
Los fenómenos históricos , culturales y sociales, siendo presentados como fenómenos ideológicos, se naturalizan, por cuanto se ven cómo si siempre fueran así, aquello que no nos cuestionamos se cosifican, y lo que se pierde, es precisamente su condición histórica, se nos aparecen a nuestra conciencia como si fueran naturales o como dice Lukács en una condición histórica negativa, ya no tendríamos conciencia de la condición histórica de nuestra sociedad.
Esta manera de ver la historia, es la que nos impuso el discurso de los vencedores, es la visión de la historia que la teoría critica desarma en los Fragmentos Sobre la Historia,-Benjamin- o en La Dialéctica de la Ilustración –Adorno y Horkheimer.
Benjamin, en los fragmentos sobre la historia, presenta una critica a la concepción lineal de la historia, a la memoria – impuesta por el discurso de los vencedores- y el progreso.
La tesis IX, del Angelus Novus, cuya interpretación Benjamin la hace a partir del cuadro de Paul Klee, nos muestra con una gran claridad los procesos históricos, económicos y sociales, en los cuales esta inmerso nuestro país.
“Hay un cuadro de Klee que se llama Angelus Novus. En él está representado un ángel que parece como si estuviese a punto de alejarse de algo que mira atónitamente. Sus ojos están desmesuradamente abiertos, abierta su boca, las alas tendidas. El ángel de la historia ha de tener ese aspecto. Tiene el rostro vuelto hacia el pasado. En lo que a nosotros no aparece cono una cadena de acontecimientos, él ve una sola catástrofe, que incesantemente apila ruina sobre ruina y se las arroja a sus pies. Bien quisiera demorarse, despertar a los muertos y volver a juntar lo destrozado. Pero una tempestad sopla desde el paraíso, que se ha enredado en sus alas y es tan fuerte que el ángel ya no puede plegarlas. Esta tempestad lo arrastra irresistiblemente hacia el futuro, al que vuele las espaldas, mientras el cúmulo de ruinas crece ante él hasta el cielo. Esta tempestad es lo que llamamos progreso.
[1]En el Angelus Novus, Benjamin reconoce la estructura lineal de la historia, su tautología y su teleología. Ante una serie de acontecimientos aparentemente distintos el ángel de la historia ve solo uno, la ruina. Pero no puede detenerse a observar esta ruina, ya que la tormenta que viene del paraíso (el progreso) no lo deja ver el pasado, este constante ir hacia el futuro no nos permite ver la ruina del presente. La historia esta plagada de esta ruina, de la dominación y de la barbarie y lo que aparece en la historia como procesos únicos, es pura repetición. Nuestra historia reciente esta hecha sobre la ruina, ya que la ruina es inseparable de la historia, donde el progreso separa a esta ruina del futuro.
“la teoría social demócrata, y más aun su práctica, estaba determinada por un concepto del progreso que no se atenía a la realidad, sino que poseía una pretensión dogmática. El progreso, tal como se retrataba en las cabezas socialdemócratas, era primeramente un proceso de la humanidad misma (no sólo de sus destrezas y conocimientos) en segundo lugar, era un (progreso) sin termino (correspondiente a una infinita perfectibilidad de la humanidad) En tercer lugar, se lo tenia por incesante (como uno recorriese espontáneamente un curso recto o en forma de espiral). Cada uno de estos predicados es controvertible, y en cada uno de ellos podría iniciar (su labor)la critica. Pero ésta, si (se trata de una lucha) a brazo partido, tiene que ir detrás de todos estos predicados y dirigirse a algo que le es común a todos. La representación de un progreso del genero humano en la historia, no puede ser disociada de la representación de su marcha recorriendo un tiempo homogéneo y vació. La critica a la representación de esta marcha tiene que constituir la base de la critica a la representación del progreso absoluto”
[2]¿Pero cual es la ruina que el progreso no nos deja ver?, la ruina más reciente, es la Moneda en llamas, es la imagen alegórica por excelencia, es la metáfora, la imagen, el shock, la verdad presentada ante los ojos del mundo. La otra parte de esta alegoría es la reflexión, la critica ideológica, es decir la idea de tiempo homogéneo y vació, que se encuentra en la constante perfectividad del ser humano y de la historia, toda la significación esta leída en esta perfectividad y cada evento es presentado como único, esto no es otra cosa que nuestro modelo político y económico, que esta hecho sobre la ruina, sobre el olvido de los caídos, y una memoria que esta hecha por el discurso de los vencedores.
“La historia, en todo lo que ella tiene, desde un comienzo, de extemporáneo, penoso, fallido, se acuña en un rostro, no, en una clavera. Y si bien es verdad que a ésta le falta toda la libertad “simbólica”de la expresión, toda armonía clásica de la figura, todo lo humano, (sin embargo) no sólo es la naturaleza de la existencia humana sin más, sino la historicidad biográfica de un individuo, se expresa como acertijo en ésta, su figura natural más decaída. Este es el núcleo de la consideración alegórica, de la exposición barroca, mundana, de la historia cono historia sufriente del mundo. Sólo es significante ella en las estaciones de su caída. Tanta significación, tanta caducidad mortal, porque la muerte graba de la manera más profunda la tajante línea demarcatoria entre Physis y significación. Pero si la naturaleza está desde siempre en mortal caducidad, entonces, es también alegórica desde siempre. La significación y la muerte están tan con-temporalizadas entre sí en el despliegue histórico (...) como tan estrechamente se compenetran, en cuanto gérmenes, en la condición pecadora, carente de gracia, de la criatura.
[3]La naturaleza no tiene una teleología, la caducidad la transforma en transitoriedad, es decir que la naturaleza expone a la historia a su naturaleza transitoria y caduca, el resultado de esto es la discontinuidad de la historia. Por cuanto la relación entre muerte y significado o de la cosa y lenguaje debe leerse ahora como una relación entre naturaleza y historia. Ya que según lo expuesto por Benjamin, la significación es historia.
Este cruce entre la historia y la naturaleza, deja un espacio al cual Benjamin denomina ruina, esta ruina esta doblemente firmada, por la naturaleza y por la historia. Debido a esto la ruina se transfigura en naturaleza cuando quiere ser subsumida por algún concepto histórico o se transforma un puro significado cuando quiere ser integrada por la naturaleza, la ruina esta enraizada en si misma y a la vez olvidada de si, no reconociendo ninguna interpretación histórica, ya que la ruina no habita en la memoria por lo tanto no podría demandar ninguna forma originaria.
La historia se despliega a través de los significados que han sido capaz de dar significado al mundo de los hombres y esto es porque no se puede dar con la unidad de sentido donde la cosa y el significado se relaciona de manera transparente. La fatalidad de la historia, esta dada por la imposibilidad de presentar a la cosa si no es mediante otra cosa – lenguaje sobre el lenguaje- por lo cual la cosa siembre es otra cosa , esto hace que la historia sea imprecisa ya que esta impregnada del lenguaje.
Este discurso, nos quiere presentar al golpe como un echo único y aislado e irrepetible, presentándonos a la republica y a la democracia como las formas tradicionales de gobierno. Salvo un punto, si recordamos que Chile a vivido de procesos autoritarios y de una gran cantidad de golpes a lo largo de su historia, cosa que pareciera gustar de olvidar por parte de los historiadores o de los que se dicen así mismos historiadores.
Pero este discurso, ilustrado y positivista, esta caído, ya que el lenguaje que utiliza es sobre nominador y es la separación entre la palabra y la cosa que nomina. ¿pero porqué la ilustración esta caída?
Según Adorno y Horkheimer, la ilustración tiene su origen en el dominio del hombre sobre la naturaleza y este dominio es autodestructivo, ya que sigue una lógica implacable que termina volviéndose contra el sujeto dominante reduciendo su propia naturaleza interior, y finalmente así mismo. El racionalismo propio de la ilustración , se inscribe en una concepción del orden y de una verdad trascendente, este racionalismo se traslada a la vida cotidiana desplazando a todos los paradigmas existentes, separando al lenguaje de su verdad, a las palabra de la cosa. Lo racional excluye todo lo que tiene que ver con la percepción, lo subjetivo y esta condición trasciende a la historia.
Esta racionalidad intervino en al vida cotidiana, de forma de racionalidad instrumental. La razón al ser separada de le ética y la estética, pasa a ser una razón practica, la verdad se constituye en eficacia, en lo que se puede comprobar . todo el concepto de historia dominante se basa en la racionalidad instrumental.
“Los instrumentos de dominio, que deben aferrar a todos: lenguaje, armas y, finalmente, máquinas, deben dejarse aferrar por todos. Así en el dominio se afirma el momento de la racionalidad como distinto de él. El carácter objetivo del instrumento, que lo hace universalmente disponible, su objetividad para todos, implica ya la critica del dominio a cuyo servicio creció el pensamiento”
[4]Un ejemplo primogéneo de esto lo hace Adorno y Horkheimer en la Dialéctica de la ilustración más exactamente en el mito de Odiseo. Donde Homero narra el paso de este ultimo por la isla de las sirenas. La seducción de las sirenas representa al pasado, al evocar directamente el pasado, más reciente, las sirenas amenazan con la irresistible promesa del placer, como su canto es percibido, el orden patriarcal que restituye cada uno su vida sólo a cambio de su entera duración temporal. Nadie que escuche el canto puede sustraerse a ella, el entregarse a este placer causa la muerte. El pensamiento de Odiseo conoce la dicotomía del canto de las sirenas, la felicidad –placer- y la muerte, él las dos posibilidades de escapar. En una les tapa los oídos con cera a sus compañeros y les ordena remar con todas sus energías, quien quiera sobrevivir no debe prestar atención a la seducción de lo irrevocable. El impulso que los empuja a desviarse , debe ser sublimado obstinadamente en un esfuerzo adicional. La segunda opción y es la que sigue Odiseo, -el señor terrateniente que hace trabajar a otros para sí- él oye pero impotente atado al mástil de la nave y cuando más fuerte resulta la seducción más fuerte se hace atar. Sus compañeros no oyen nada, conocen solo el peligro del canto y no su belleza, reproducen con su propia vida la vida del opresor, el canto es convertido solo en un mero objeto de contemplación, en arte.
La historia universal, significa las cosas desde la lógica instrumental, desde dentro de la estructura positivista, desde la condición especulativa y mentirosa del progreso, que no deja que la historia recupere su condición ruinosa.
“El progreso ha reservado la misma suerte a ambas cosas: a la adoración y la inmersión en el ser inmediatamente natural. A cubierto de maldición al olvido de sí tanto en el pensamiento como en el placer. El trabajo social de cada individuo está mediatizado en la economía burguesa por el principio de si mismo; él debe restituir a unos el capital acrecentado, a otros la fuerza para trabajar más. Pero cuanto más se logra en el proceso de auto conservación a través de la división del trabajo, tanto más exige dicho proceso la auto alineación de los individuos, que han de modelarse en cuerpo y alma según el aparato técnico. De lo cual a su vez toma cuenta el pensamiento ilustrado : al final, incluso al final el sujeto trascendental del conocimiento es aparentemente liquidado, como ultimo recuerdo de la subjetividad (...) El positivismo, que a fin de cuenta no se detuvo tampoco ante la quimera en el sentido más literal, ante el pensamiento mismo, ha eliminado incluso la ultima instancia interruptora entre la acción individual y la norma social. (...) La razón sirve como instrumento universal útil para la fabricación de todos los demás , rígidamente orientado a su función, fatal como trabajo exactamente calculado en la producción material”
[5]En este sentido, lo que seria visto como modernidad y progreso, seria la democracia y el sistema económico neo liberal, la única forma que para mi esta idea sea sustentable, es presentar a la Moneda en llamas como la alegoría de la ruina, en su presentación como obra de arte, a la cual contemplar desde el punto de vista de la razón instrumental, presentada por Homero en la Odisea. Ya que al presentarse de esta forma, la tortura y la muerte se transforma en función, se pierde su historicidad, por cuanto su recuerdo queda supeditado a los libros de historia oficial, que no es otra cosa que el discurso de los vencedores.
Pero a su vez se produce una dicotomía al ver hacia el pasado y recordar el golpe. Se produce una melancolía al momento de que el recuerdo se hace recurrente es ya que el golpe seria la destrucción final y como tal seria la imposibilidad de lograr la felicidad. Pero parte de nuestra memoria es y será, construir símbolos que nos recuerden el pasado de forma melancólica, monumentos, plazas etc. Colocándonos en una situación contemplativa de los hechos, pero al mismo tiempo haciéndonos participar activamente del trabajo de duelo en nuestra transformación forzosa al libre mercado.
Pero la memoria que debemos recuperar, es la memoria que se comporta de forma alternativa a los monumentos, la memoria tiene que ver con la interpretación, rememorar como ejercicio critico, la memoria como método que nos permite que lo sepultado vuelva hablar.
BIBLIOGRAFÍA
Benjamin, W . “La dialéctica en suspenso, Fragmentos sobre la historia.” ARCIS – LOM, Santiago,
Horkheimer, M y Adorno T (1994) “Dialéctica de la ilustración: Fragmentos Filosóficos” editorial Trotta, Madrid.
Conllngwood-Selby, Elizabeth. (1997)“Walter Benjamin La lengua en el exilio” ARCIS- LOM editores, Santiago.
Benjamin Walter. “Origen del drama barroco Alemán” en: Walter Benjamin. La Dialéctica en suspenso. ARCIS-LOM editores, Santiago.
[1] Benjamin, W . “La dialéctica en suspenso, Fragmentos sobre la historia.” ARCIS – LOM, Santiago, pagina 53
[2] Ídem, Tesis XIII, pagina 60
[3] Benjamin W. “Origen del drama barroco Alemán” en La dialéctica en suspenso. Op cit, pagina 16
[4] Horkheimer, M y Adorno T (1994) “Dialéctica de la ilustración: Fragmentos Filosóficos” editorial Trotta, Madrid, pagina 91
[5] Ídem, pagina 83